Agustina Suaya, nutricionista de San Basilio (MP 4409) expresa la importancia de una alimentación completa en las primeras etapas de vida.
Una alimentación ideal para infancias y niñeces seria la que pueda aportar todos aquellos nutrientes necesarios para el correcto crecimiento y desarrollo en los niños como carbohidratos, proteínas, grasas de calidad, vitaminas y minerales. Estos los obtenemos de la mayor variedad de alimentos que estén disponibles para cada familia, teniendo en cuenta ciertos aspectos como su cultura, economía, creencias/ religión, gustos, estado de salud de la persona, etc.
Cada plato debe cumplir con cuatro leyes fundamentales: CANTIDAD (donde la cantidad de los alimentos debe ser suficiente para cubrir las necesidades del cuerpo), CALIDAD (la alimentación debe ser completa en su composición nutricional para ofrecer al cuerpo todas las sustancias que lo integran), ARMÓNICO (las cantidades de los nutrientes que integran la alimentación debe tener una relación en sus proporciones) y ADECUADA (la alimentación debe estar adaptada a la persona en función a sus gustos, hábitos, preferencias, patologías, etc).
Conociendo la situación actual del país, se puede ver como cuesta cada vez más las ayudas comunitarias de los comedores para los niños, donde vemos el esfuerzo de la gente para hacer rendir más el alimento. Hoy en día se busca “llenar panzas” antes que la calidad del alimento, es un hecho lamentable.
Vemos en el mercado que los alimentos de fácil adquisición son de baja calidad como harinas refinadas, productos de panadería, aceite, azúcar, sal, mientras que los alimentos de alta calidad están a precios más altos como la carne, lácteos, vegetales y frutas. Desde este punto de vista, las políticas alimentarias deberían llevar una mejor gestión para que familias de bajos recursos puedan tener una alimentación digna y preservar el estado de salud, sobre todo en grupos de riesgos como niños, mujeres embarazadas y mayores de tercera edad.
Finalmente, tener en cuenta que la educación alimentaria es fundamental, el poder llevarla a cabo en las escuelas, dispensarios, salones comunitarios, etc. Para poder enseñar, dentro de sus posibilidades de adquisición de alimentos, como sacar provecho de sus nutrientes, como combinar y complementar cada grupo de alimento para mejorar la calidad alimentaria de las familias.